“Nos movemos porque no nos dan papeles ni trabajo.

Dejé tres hijos en Cuba que dependen de mí”, relató Yamile Sarmiento, una migrante cubana.

Por su parte, Yovani de Jesús, de Venezuela, explicó a EFE: “Siete meses fui a COMAR y a final no me dieron nada”, situación que lo orilla a aceptar trabajos precarios. El contingente es escoltado por patrullas de la Marina, Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM). Los integrantes de la caravana solicitaron al gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum que los apoye para obtener documentos que les permitan establecerse y trabajar en México. En respuesta, Sheinbaum aseguró que su gobierno dará seguimiento y apoyo humanitario, afirmando que se les darán “facilidades para regresar a su país si lo desean o para que tengan alguna oportunidad en México”.