La evidencia surge tras la detención de 38 hombres en un rancho en Vista Hermosa, Michoacán, quienes realizaban supuestos entrenamientos marciales.

Aunque un juez federal los liberó al considerar la detención ilegal, fuentes del CJNG y del gobierno mexicano indican que el grupo, autodenominado “Los Soldados de Dios”, estaba siendo adiestrado para unirse a las filas del cártel como sicarios. Se presume que los reclutas, que formaban parte de un grupo de élite de seguridad del líder religioso Joaquín Naasón García (actualmente preso en EE.UU.), fueron captados dentro de la iglesia. A cambio, La Luz del Mundo recibiría protección y la posibilidad de expandirse en los territorios dominados por el CJNG, además de pagos por sus servicios. Este tipo de pactos no es nuevo en México. En la década de 1980, se documentó una alianza entre la Iglesia Católica y el Cártel de los Arellano Félix en Tijuana, y en los años 90, La Familia Michoacana, bajo el liderazgo de Nazario Moreno “El Más Loco”, también se alió con la jerarquía católica en Michoacán. La presunta alianza entre el CJNG y La Luz del Mundo representa una peligrosa evolución en la dinámica del crimen organizado, fusionando poder criminal con una estructura religiosa de gran alcance para fortalecer sus operaciones.