Durante la audiencia, Combs, entre lágrimas, se dirigió al tribunal para disculparse con sus víctimas, incluyendo a su expareja Cassie Ventura, y con su familia.

“Estoy verdaderamente arrepentido por mis acciones.

Mi comportamiento fue repugnante, vergonzoso y enfermizo”, declaró, atribuyendo su conducta a una etapa marcada por el consumo de drogas y excesos.

Previo a la sentencia, el rapero envió una carta al juez pidiendo “misericordia”, afirmando estar “destrozado por lo que hice”. La fiscalía había solicitado una pena de 11 años, mientras que la defensa abogaba por 14 meses, argumentando que ya había cumplido suficiente tiempo en prisión desde su detención en 2024.

El juez Subramanian advirtió a Combs que debía “aprovechar esta segunda oportunidad”, calificando los testimonios de las víctimas como “devastadores”.