El mandatario resultó ileso y continuó con su agenda, mientras las autoridades detuvieron a cinco personas que serán procesadas por terrorismo. El ataque ocurrió mientras el convoy presidencial se dirigía a un acto público en el municipio de El Tambo, en el marco de una gira de trabajo. Según el gobierno, un grupo de aproximadamente "500 personas le estuvieron lanzando piedras a la caravana", y se encontraron "marcas de disparos con arma de fuego en la camioneta del mandatario". La ministra de Ambiente y Energía, Inés Manzano, presentó una denuncia formal ante la Fiscalía por presunto intento de asesinato. A pesar de la agresión, el presidente Noboa no sufrió daños y continuó con sus actividades programadas, declarando que se buscará que a los responsables "les caiga todo el peso de la ley". El incidente se produce en un contexto de alta tensión social, marcado por 16 días de protestas lideradas por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) contra la eliminación del subsidio al diésel, medida que elevó su precio significativamente. El gobierno ha descartado que las comunidades indígenas en su conjunto estén relacionadas con el hecho, señalando en cambio a "ciertas células criminales" infiltradas en las marchas.

Por su parte, la Conaie denunció una "represión policial y militar brutal" durante la llegada de Noboa y la detención "arbitraria" de cinco de sus compañeros. Las autoridades confirmaron la detención de cinco personas, quienes enfrentarán cargos por terrorismo.

Este suceso agrava la crisis social que enfrenta el país, con carreteras bloqueadas y un manifestante fallecido en el marco de las protestas.