“No conocían mi historia ni por lo que había estado pasando durante los últimos 20 años intentando formar una familia, porque no salgo a contarle al mundo mis problemas médicos”, señaló Aniston.

La actriz detalló los esfuerzos que realizó para concebir, un proceso que incluyó fecundación in vitro (FIV) y otros métodos alternativos. “Estaba intentando quedar embarazada… Me estaba sometiendo a tratamientos de fecundación in vitro, tomando tés chinos, lo que fuera. Estaba intentando todo”, confesó.

Durante años, la prensa y la opinión pública construyeron una imagen de ella como una mujer que priorizaba su carrera sobre la maternidad, una percepción que la afectó profundamente. “Llega un punto en el que no puedes evitar escucharlo: la narrativa de que no tendré un bebé, no formaré una familia, porque soy egoísta”, expresó.

Aniston también desmintió categóricamente los rumores de que sus relaciones, incluido su matrimonio con Brad Pitt, terminaron porque ella se negaba a tener hijos, calificando esa idea como “absolutamente falsa”.

Ahora, liberada de la incertidumbre, la actriz afirma no arrepentirse de nada y sentir “un poco de alivio” al ya no tener que pensar en la posibilidad de la maternidad.