La fiscal Bertha Alcalde Luján presentó una reconstrucción técnica y científica de los hechos, basada en 273 dictámenes periciales.

Según la investigación, el camión cisterna, propiedad de Transportadora Silza, ingresó a la curva del distribuidor vial a 44 km/h, superando el límite de 40 km/h. Además, registros de telemetría mostraron que el conductor había alcanzado velocidades de hasta 112 km/h durante su trayecto desde Tuxpan, Veracruz.

El peritaje descartó fallas mecánicas en el vehículo y defectos en la vialidad, como baches o desniveles. El impacto contra una barrera de concreto provocó una hendidura de 40 centímetros en el contenedor, lo que originó una fuga masiva de gas. La nube de gas se expandió en un radio de 180 metros y, al entrar en contacto con una fuente de ignición, provocó la deflagración. La Fiscalía ahora se enfoca en las “causas mediatas”, investigando posibles omisiones de la empresa propietaria, como la falta de capacitación en manejo de riesgos y el incumplimiento de las normas de descanso para el conductor. Mientras tanto, la reparación del daño a las víctimas aún no ha comenzado, a la espera de las decisiones de cada afectado.