Las precipitaciones, provocadas por las tormentas tropicales Raymond y Priscilla, han afectado a 117 municipios, dejando miles de viviendas dañadas, comunidades incomunicadas, deslaves y el colapso de infraestructura crítica como carreteras y puentes. En respuesta, el gobierno federal ha desplegado a más de 5,400 elementos de las Fuerzas Armadas a través del Plan DN-III-E y el Plan Marina para realizar labores de auxilio, rescate y desazolve.
La presidenta Sheinbaum aseguró que "a la población damnificada no le faltará nada" y que, una vez superada la emergencia, se realizarán censos para la entrega de apoyos directos.
La situación es particularmente grave en zonas serranas de Hidalgo y Veracruz, donde pobladores han quedado atrapados y han solicitado rescates aéreos. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) trabaja para restablecer el servicio a más de 79 mil usuarios que continúan sin energía eléctrica, mientras la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) atiende más de mil kilómetros de la red carretera federal con afectaciones. El Senado ha anunciado la instalación de un centro de acopio y propuso que los legisladores donen parte de su salario para apoyar a los damnificados.













