Antes de perder el conocimiento, Casas Rodríguez alcanzó a despedirse de su esposa y a criticar al gobierno.

"Me estoy muriendo… que quede como un legado para el pueblo que el pinche gobierno es una basura", expresó. El gobierno municipal de Salvatierra confirmó el fallecimiento y aseguró que el crimen no quedará impune.

Además, reveló que la familia de la víctima había recibido llamadas de extorsión y amenazas antes y después del atentado, por lo que habían solicitado protección.

El alcalde de Salvatierra, José Daniel Sámano Jiménez, también admitió haber recibido amenazas tras el ataque.

La muerte de 'Don Nico' ha generado una ola de indignación y ha puesto de relieve los peligros que enfrentan los ciudadanos que alzan la voz para denunciar problemas en sus comunidades, así como la creciente violencia en la región.