De los 48 rehenes israelíes, se estima que unos 20 continúan con vida.

El alto el fuego, que entró en vigor el viernes, ya ha permitido que más de 500,000 palestinos desplazados comiencen a regresar a sus hogares en el norte de Gaza, aunque muchos encuentran sus vecindarios en ruinas.

Representantes estadounidenses, incluyendo a Steve Witkoff y Jared Kushner, se encuentran en la región para supervisar la implementación del acuerdo.

Witkoff prometió a las familias de los rehenes en Tel Aviv que sus seres queridos "están regresando a casa".

Sin embargo, Hosam Badran, miembro del comité político de Hamás, advirtió que las negociaciones sobre la segunda fase del plan, que incluye el desarme del grupo, serán "más complejas y difíciles".