La presidenta Claudia Sheinbaum ha iniciado recorridos por las zonas más afectadas para coordinar la respuesta gubernamental, enfrentando reclamos por la percepción de una lenta reacción oficial.
Las precipitaciones, descritas como históricas, han golpeado con especial dureza a Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí, afectando a más de 139 municipios. El último informe del Gabinete de Seguridad contabiliza 44 decesos: 18 en Veracruz, 16 en Hidalgo, 9 en Puebla y uno en Querétaro, además de 27 personas no localizadas. La magnitud del desastre se refleja en miles de viviendas dañadas, deslaves que han sepultado casas, desbordamientos de ríos como el Cazones en Poza Rica, y 108 interrupciones en la Red Carretera Federal. En respuesta, el gobierno federal activó los planes DN-III-E y Plan Marina, desplegando a más de 5,400 elementos militares para labores de rescate y auxilio.
La presidenta Sheinbaum visitó Poza Rica y Huauchinango para supervisar las operaciones y prometer apoyo.
“A la población damnificada no le faltará nada”, aseguró.
Sin embargo, en Poza Rica fue increpada por ciudadanos frustrados que denunciaron la tardanza de la ayuda. “¡En el 99 sí se pudo!”, le gritó una mujer, comparando la situación con las inundaciones de ese año.
Ante los reclamos, Sheinbaum reconoció: “No se esperaba una lluvia tan intensa”.
El gobierno ha establecido puentes aéreos para llevar víveres a comunidades aisladas y anunció que a partir del lunes iniciará un censo casa por casa para distribuir apoyos directos para limpieza y recuperación de enseres.













