El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha declarado que "la guerra ha terminado" entre Israel y Hamás, en el marco de su viaje a Medio Oriente para supervisar la implementación de un acuerdo de paz. El pacto incluye un histórico intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, marcando un punto de inflexión en el conflicto. En un movimiento diplomático de alto perfil, Trump viajó este domingo a Israel y Egipto, acompañado por el Secretario de Estado, Marco Rubio, y el jefe de la CIA, John Ratcliffe. El objetivo principal es atestiguar la primera fase del acuerdo, que contempla la liberación de los últimos 48 rehenes en Gaza, de los cuales se cree que 20 están vivos, a cambio de casi 2,000 prisioneros palestinos.
“Este va a ser un momento muy especial”, dijo Trump a los periodistas.
“La guerra ha terminado. La guerra ha terminado, ¿lo entienden?”, afirmó de manera contundente. El plan también incluye un aumento de la ayuda humanitaria a Gaza, con la entrada de hasta 400 camiones diarios. Hamás ha insistido en que la lista de prisioneros liberados incluya a siete líderes prominentes y ha asegurado que no participará en el futuro gobierno de Gaza. A pesar del optimismo de Trump, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió que “la lucha no ha terminado”, sugiriendo que las operaciones para desmilitarizar a Hamás podrían reanudarse. El viaje de Trump culminará en una cumbre en Sharm el-Sheikh, Egipto, con más de 20 líderes mundiales para discutir la paz en la región y expandir los Acuerdos de Abraham.
En resumenEl acuerdo de paz y el intercambio de rehenes representan un significativo avance diplomático, con Donald Trump proclamando el fin del conflicto. Sin embargo, las declaraciones contrastantes del liderazgo israelí y los desafíos pendientes, como el desarme de Hamás, indican que el camino hacia una paz duradera en la región sigue siendo frágil y complejo, a pesar del actual ambiente de optimismo.