La magnitud del desastre ha movilizado una respuesta integral del gobierno federal y la sociedad civil, mientras la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que "nadie va a quedar desamparado". La situación más crítica se vive en Veracruz, donde la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) reporta 29 muertos y 18 desaparecidos, con 40 municipios afectados.
En Hidalgo, las cifras ascienden a 21 fallecidos y 43 desaparecidos.
Ante la emergencia, la presidenta Sheinbaum recorrió las zonas afectadas, como Pinal de Amoles en Querétaro, y afirmó que el gobierno cuenta con un presupuesto de 19 mil millones de pesos para emergencias. La Secretaría de Bienestar ha desplegado 600 brigadas para realizar un censo casa por casa y comenzar la entrega de apoyos. En paralelo, la solidaridad ciudadana se ha activado con la apertura de centros de acopio en instituciones como la UNAM, la Cámara de Diputados y en 32 puntos de la Ciudad de México, coordinados por el gobierno capitalino, que también envió un equipo de 136 servidores públicos y maquinaria a Poza Rica y Álamo. La tragedia ha escalado en Veracruz, donde estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) han convocado a una megamarcha el 24 de octubre para exigir justicia por la desaparición de 192 de sus compañeros, quienes, según denuncian, no fueron evacuados a tiempo de las zonas de riesgo.












