Un histórico acuerdo de alto al fuego, impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto fin a dos años de conflicto en Gaza, culminando con la liberación de los últimos 20 rehenes israelíes vivos en manos de Hamás y la excarcelación de 1,968 prisioneros palestinos. Este intercambio, cargado de emoción y tensiones, marca un punto de inflexión en la región, abriendo una frágil ventana hacia la paz. El canje se materializó el lunes, cuando los 20 rehenes, entre ellos Matan Zangauker, pareja de la ciudadana mexico-israelí Ilana Gritzewsky, fueron entregados a la Cruz Roja y se reunieron con sus familias tras 738 días de cautiverio. En Tel Aviv, miles de personas celebraron con júbilo en la Plaza de los Rehenes. Simultáneamente, en Cisjordania y Gaza, multitudes recibieron a los prisioneros palestinos liberados, algunos de los cuales cumplían cadenas perpetuas por ataques terroristas.
Sin embargo, palestinos liberados denunciaron torturas en las cárceles israelíes, describiéndolas como "un matadero".
El presidente Trump, presente en la región para supervisar el acuerdo, pronunció un discurso en el parlamento israelí, la Knéset, donde declaró el fin de la "larga y dolorosa pesadilla". A pesar del cese de hostilidades, la tensión persiste, ya que fuerzas israelíes realizaron incursiones en Cisjordania tras la liberación, atacando viviendas de algunos de los palestinos excarcelados.
En resumenEl fin de la guerra en Gaza se concreta con un emotivo intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, bajo la mediación de Estados Unidos. Aunque la liberación trae esperanza, las denuncias de tortura y las nuevas tensiones en Cisjordania subrayan la fragilidad de la paz recién alcanzada en Medio Oriente.