Videos en redes sociales mostraron vehículos en llamas y hombres arrojando “ponchallantas” sobre el asfalto, mientras la población local reportaba un clima de pánico. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas confirmó el despliegue de fuerzas para restablecer el orden, aunque hasta la tarde no se había informado oficialmente sobre detenciones o bajas. La violencia obligó a la suspensión de clases en Cintalapa y del transporte público entre Arriaga y Jiquipilas, evidenciando la creciente tensión y la capacidad de reacción de los grupos criminales que se disputan el control de las rutas hacia la frontera con Guatemala.