El líder nacional del PRI, Alejandro Moreno, también condenó el crimen, describiendo a Mejía como una "mujer valiente, entregada al servicio del pueblo" y exigiendo que el crimen no quede impune.

El asesinato de Mejía, quien recientemente había dado a luz a su segundo hijo, se suma a un preocupante historial de violencia política en Colima. Es relevante señalar que durante su campaña por la reelección en 2024, la propia Mejía había denunciado públicamente ser víctima de hostigamientos por parte de miembros de Morena y de la policía estatal, lo que añade una capa de complejidad a la investigación sobre los posibles móviles del crimen.