Una serie de lluvias extraordinarias ha provocado una grave emergencia en al menos cinco estados del país: Veracruz, Puebla, Hidalgo, Querétaro y San Luis Potosí, dejando un saldo oficial de 64 personas fallecidas y 65 desaparecidas. La respuesta del gobierno federal, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha incluido el despliegue de las Fuerzas Armadas y el inicio de un censo para cuantificar los daños y entregar apoyos directos. La situación más crítica se vive en Veracruz, donde el desbordamiento de ríos como el Pánuco y el Cazones ha causado inundaciones severas en municipios como Poza Rica y Álamo.
La Secretaría de Marina ha establecido puentes marítimos y aéreos para llevar víveres y equipos de emergencia. En Hidalgo, 155 localidades permanecen incomunicadas, lo que ha requerido el uso de helicópteros para el rescate y la entrega de ayuda. La presidenta Sheinbaum ha recorrido las zonas afectadas, prometiendo que "no se escatimarán recursos" para la reconstrucción y el apoyo a los damnificados.
Sin embargo, su gestión ha sido objeto de polémica después de que un micrófono abierto captara su instrucción al secretario de Salud de "No digas municipios afectados" durante una conferencia, lo que ha generado acusaciones de opacidad. La oposición ha criticado duramente la respuesta del gobierno, señalando la desaparición del FONDEN como un factor que ha debilitado la capacidad de reacción del Estado. La senadora Carolina Viggiano calificó la situación de "negligencia criminal", argumentando que las autoridades no activaron alertas tempranas a pesar de los pronósticos. En contraste, el gobierno defiende su modelo de apoyos directos y acusa que el FONDEN era un foco de corrupción.
En resumenLas intensas lluvias en cinco estados de México han causado una emergencia nacional con 64 muertos y 65 desaparecidos. El gobierno federal ha desplegado a las Fuerzas Armadas y ha iniciado censos para entregar apoyos, pero enfrenta críticas por la gestión de la crisis y la desaparición del FONDEN. La ayuda humanitaria se moviliza a través de puentes aéreos y marítimos, mientras la reconstrucción de infraestructura y el apoyo a miles de familias damnificadas se perfilan como un desafío a largo plazo.