El gobierno de Estados Unidos continuará paralizado al menos hasta el próximo lunes, después de que el Senado fracasara por décima vez en su intento por aprobar una ley presupuestaria que desbloquee los fondos federales. La falta de acuerdo entre republicanos y demócratas mantiene el cierre que comenzó el 1 de octubre, dejando a miles de trabajadores públicos sin salario y suspendiendo funciones no esenciales de diversas agencias gubernamentales. La propuesta republicana, que buscaba financiar la administración hasta el 21 de noviembre, necesitaba 60 votos para avanzar, pero solo obtuvo 51 a favor y 45 en contra. La votación se mantuvo mayoritariamente alineada con las posturas de cada partido, evidenciando la profunda división política que impera en Washington. El principal punto de discordia sigue siendo la extensión de los subsidios del programa de salud “Obamacare”, que expiran a finales de año. Mientras los demócratas buscan prolongarlos, los republicanos los acusan de querer beneficiar a inmigrantes indocumentados, una afirmación que la oposición niega.
Ambos partidos se culpan mutuamente por el bloqueo, que ya se extiende por más de dos semanas.
Una encuesta reciente de AP-NORC refleja el descontento ciudadano, con un 48% de los encuestados atribuyendo la responsabilidad principal al presidente Donald Trump y un 45% a los republicanos en el Congreso, mientras que un 40% culpa a los demócratas. A pesar de esto, los índices de favorabilidad de ambos partidos se mantienen bajos, reflejando una crisis de confianza en la clase política.
En resumenEl cierre del gobierno de Estados Unidos se extenderá tras el fracaso de una nueva votación en el Senado para aprobar fondos federales. La parálisis, que ya dura más de dos semanas, se debe al desacuerdo entre republicanos y demócratas sobre los subsidios de salud, afectando a miles de trabajadores y servicios públicos.