Tras controlar la situación, las autoridades realizaron una revisión de los módulos involucrados y lograron asegurar un arsenal considerable: tres armas largas, dos armas cortas y un artefacto explosivo, el cual, debido al riesgo que implicaba su traslado, sería destruido en el lugar. La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa informó que peritos y elementos de investigación se encuentran realizando las diligencias correspondientes para esclarecer los hechos. La violencia en Culiacán no se limitó al penal; el mismo día, dos agentes de tránsito fueron asesinados en un ataque armado en la colonia San Rafael. Un operativo posterior derivó en la detención de cuatro presuntos agresores. Estos eventos reflejan la escalada de violencia en Sinaloa, que según los informes, se ha intensificado a raíz de una presunta narcoguerra entre facciones criminales desde septiembre de 2024. A pesar de los refuerzos de seguridad, los conflictos dentro y fuera del penal de Aguaruto continúan, evidenciando la persistencia de la violencia y el ingreso de armas a las instalaciones penitenciarias.