Un comando de ladrones encapuchados perpetró un audaz robo en el Museo del Louvre en París, sustrayendo joyas de la Corona francesa de “valor incalculable” en un operativo que duró menos de siete minutos. El atraco, ocurrido a plena luz del día poco después de la apertura del museo, ha conmocionado al mundo del arte y ha generado comparaciones con la serie de Netflix “Lupin” por su sofisticado modus operandi. Los delincuentes, disfrazados de obreros, utilizaron un camión con un brazo mecánico para acceder a una ventana del primer piso en la Galería de Apolo, una de las salas más emblemáticas del recinto que alberga tesoros de la monarquía francesa. Una vez dentro, rompieron vitrinas blindadas con pequeñas motosierras y se apoderaron de al menos ocho piezas históricas, incluyendo coronas, collares y pendientes de la época de Napoleón III.
Tras el golpe, huyeron en motocicletas de gran cilindrada. Las autoridades confirmaron que una de las piezas, la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, fue encontrada dañada cerca del museo durante la huida de los ladrones. El Ministerio del Interior francés calificó a los responsables como “profesionales” y destacó que el valor de lo robado es “patrimonial e histórico incalculable”.
La Fiscalía de París ha abierto una investigación por robo en banda organizada.
El museo, el más visitado del mundo, fue cerrado y evacuado para preservar la escena del crimen. Este suceso pone de relieve la vulnerabilidad de los recintos culturales y se suma a una serie de robos en museos europeos, reabriendo el debate sobre la seguridad del patrimonio universal frente al crimen organizado.
En resumenUn grupo de ladrones robó joyas de valor histórico incalculable del Museo del Louvre en un operativo de siete minutos. Utilizando un brazo mecánico y disfraces, sustrajeron piezas de la colección de la Corona francesa, aunque una corona fue recuperada dañada. El suceso ha generado comparaciones con la ficción y ha puesto en alerta la seguridad del patrimonio cultural a nivel mundial.