Las declaraciones, publicadas en la red social Truth Social, representan una escalada en el deterioro diplomático entre ambos países.
Trump justificó su decisión acusando al gobierno de Petro de “fomentar la producción masiva de drogas” destinadas a Estados Unidos, afirmando que esta actividad causa “muerte, destrucción y estragos”.
Además, amenazó con una intervención directa si Colombia no actúa para cerrar los “campos de drogas”.
La Cancillería colombiana respondió con un comunicado en el que rechazó las “declaraciones ofensivas y desobligantes”, calificándolas como una “amenaza directa contra la soberanía nacional” y una acusación sin fundamento. El gobierno de Petro defendió su lucha contra el narcotráfico, destacando haber logrado las “mayores incautaciones de drogas ilícitas en la historia reciente” y una reducción en el crecimiento de los cultivos de hoja de coca. La controversia se intensificó tras un ataque de las fuerzas estadounidenses a una presunta narcoembarcación en el Caribe, donde murieron tres personas. Petro denunció que una de las víctimas era un pescador sin vínculos con el narcotráfico y exigió explicaciones. Este cruce de acusaciones se suma a la reciente revocación de la visa estadounidense a Petro y a la inclusión de Colombia en una lista de países que “fracasaron” en sus compromisos antinarcóticos.













