Este conflicto diplomático se enmarca en un contexto de creciente presencia militar estadounidense en el Caribe, con el despliegue del portaaviones USS Gerald Ford, una acción que Washington justifica como parte de su campaña para "contrarrestar el narcoterrorismo". La relación entre ambos países se encuentra en su punto más bajo desde que Petro asumió el poder en 2022, exacerbada por incidentes previos como la cancelación de la visa del mandatario colombiano y la "descertificación" de los esfuerzos antidrogas de su país.