La ruptura se comunicó a través de la red social Truth Social, donde Trump calificó el anuncio de "fraudulento" y el comportamiento de Canadá como "atroz". La campaña, promovida por la provincia de Ontario, utilizaba un fragmento de un discurso de Reagan de 1987 en el que advertía que "los aranceles elevados provocan inevitables represalias".

La decisión tomó por sorpresa al gobierno canadiense.

El primer ministro, Mark Carney, reaccionó con cautela, afirmando que "no podemos controlar las políticas comerciales de Estados Unidos" y se mostró dispuesto a reanudar el diálogo "cuando los estadounidenses estén listos".

Este quiebre amenaza con desestabilizar las cadenas de suministro en Norteamérica y se produce en un momento clave, previo a la revisión del T-MEC programada para 2026. Ante este escenario, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, pidió esperar y aseguró que las conversaciones de México con Washington van "muy adelantadas", distanciándose del conflicto entre sus socios comerciales. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, viajará la próxima semana a la cumbre de APEC para continuar las negociaciones con la administración Trump.