La tormenta, que alcanzó la categoría 1, mantiene en alerta a la región ante el riesgo de una catástrofe mayor. En República Dominicana, las autoridades confirmaron la muerte de un hombre de 79 años en la capital, Santo Domingo, tras ser arrastrado por una corriente. Un adolescente de 13 años también desapareció en el oleaje.

La alcaldesa de Santo Domingo Norte, Betty Gerónimo, lamentó el fallecimiento del anciano, quien tenía una discapacidad.

En Haití, se reportaron tres víctimas mortales.

El Centro de Operaciones de Emergencias dominicano mantuvo a nueve de las 31 provincias del país en alerta roja por el riesgo de inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra, activando albergues para la población afectada. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) advirtió que Melissa presenta una trayectoria que también amenaza a Jamaica y Cuba. Se esperan “vientos dañinos y fuertes lluvias” en Jamaica, mientras que el riesgo de inundaciones y deslaves aumenta en Cuba.

Los meteorólogos han calificado la situación como potencialmente catastrófica, en parte debido a una temporada atlántica particularmente activa, favorecida por altas temperaturas oceánicas vinculadas al fenómeno de El Niño y al calentamiento global. La vulnerabilidad de la infraestructura en países como Haití, que aún se recupera de desastres anteriores, agrava el impacto del huracán.