Curiosamente, el nombre de Yareli fue inspirado por el segundo nombre de Contreras, “Llarely”.

La propia Acevedo relató que sus padres se inspiraron en la ciclista un mes después de su nacimiento, cuando Contreras se coronó campeona del mundo en 2001. Tras su victoria, Acevedo expresó su emoción y dedicó el triunfo a las nuevas generaciones: “Quiero que los niños vean que sí se puede, que con trabajo y disciplina ellos también lo pueden lograr. En Latinoamérica hay mucho talento, y qué bueno que se haya logrado esto”.

Este triunfo representa un impulso significativo para el ciclismo mexicano y consolida a Acevedo como una de las figuras a seguir de cara a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.