Ambos mandatarios acordaron extender por unas semanas más el plazo para continuar las negociaciones comerciales y resolver las barreras no arancelarias pendientes.

Sheinbaum informó en su conferencia matutina que la llamada con Trump fue “muy breve” y se centró exclusivamente en temas comerciales. “A mí me interesaba pues que no llegara el primero de noviembre sin que nos hubiéramos comunicado y que estuviéramos de acuerdo en que nuestros equipos seguían trabajando”, explicó. El plazo original de 90 días, acordado el 1 de agosto para evitar la imposición de aranceles del 30%, estaba por vencer. La presidenta aseguró que las negociaciones sobre las 54 barreras no arancelarias pendientes “van muy avanzadas” y que acordaron volver a hablar en las próximas semanas para “buscar cerrar el acuerdo antes de que inicien las negociaciones de la revisión del tratado (T-MEC)”. A pesar de la cordialidad de la llamada y el entendimiento mutuo, Sheinbaum reconoció que “siempre hay lo que pueda ocurrir con el presidente Trump”, pero por ahora, la amenaza arancelaria está desactivada. La mandataria también destacó la buena marcha en temas de seguridad y migración. Este diálogo se produce en un contexto de tensiones comerciales entre Estados Unidos y sus socios del T-MEC, particularmente con la ruptura de negociaciones con Canadá, un tema que Sheinbaum aclaró no se abordó en su conversación con Trump.