Ha habido dolor e injusticia hacia los pueblos originarios.

Hubo injusticia, justo es reconocerlo hoy y lamentarlo”.

Este pronunciamiento marca un cambio en la postura diplomática de España, que en 2019 había guardado silencio ante la solicitud del entonces presidente Andrés Manuel López Obrador de una disculpa formal.

Desde Palacio Nacional, la presidenta Sheinbaum celebró la declaración, afirmando que “el perdón engrandece a los gobiernos y a los pueblos, no es humillante”.

Subrayó que, así como México ha pedido perdón por agravios históricos, este reconocimiento por parte de España es un avance importante.

La mandataria aclaró que las relaciones comerciales y culturales nunca se rompieron y que este gesto fortalece el vínculo.

Sin embargo, la declaración ha generado polémica en España, donde el gobierno de la Comunidad de Madrid ha exigido la renuncia del ministro Albares por sus comentarios.