El atentado se produjo cuando el edil convivía con ciudadanos y se tomaba fotografías.

Testigos relataron que un sujeto armado le disparó por la espalda en al menos siete ocasiones.

En la confrontación posterior, uno de los agresores fue abatido por los escoltas del alcalde, y otras dos personas fueron detenidas.

El crimen ha generado una ola de indignación a nivel nacional e internacional. La presidenta Claudia Sheinbaum condenó el "vil asesinato" y convocó a una reunión del Gabinete de Seguridad, asegurando que no habrá impunidad. El subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, lamentó el homicidio y ofreció "profundizar la cooperación en materia de seguridad". La tensión social se hizo evidente durante el funeral del alcalde, donde el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, fue recibido con gritos de "¡asesino!"

y abucheos, obligándolo a retirarse del lugar.

La memoria de Manzo también fue honrada a través de la cultura popular con la composición de un corrido que narra su asesinato y su valiente postura, el cual se viralizó rápidamente en redes sociales.