La situación ha provocado una fuerte reacción diplomática.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusa a Estados Unidos de utilizar la lucha contra el narcotráfico como un pretexto para "imponer un cambio de régimen" en Caracas. En este contexto, Rusia ha reafirmado su apoyo a Maduro, acusando a Washington de violar el derecho internacional con un "uso excesivo de la fuerza militar". El Kremlin admitió mantener contactos con Caracas sobre una eventual ayuda militar, en el marco de un acuerdo de asociación estratégica firmado en mayo. Mientras tanto, la actividad económica en poblaciones pesqueras venezolanas como Güiria se ha visto paralizada por el miedo, afectando el comercio y la migración hacia Trinidad y Tobago.