Durante su toma de protesta, Quiroz, visiblemente afectada, prometió continuar el legado de su esposo.

“Carlos Manzo no quedará en el olvido, se llevaron un líder.

(...) Voy a seguir sus pasos y les voy a dejar un Uruapan, un Michoacán, un México que él hubiese querido”, afirmó entre lágrimas.

También criticó la tardía respuesta de las autoridades en materia de seguridad, señalando que su esposo “lo gritó, él pidió auxilio; él temía por su vida, la de sus hijos y la mía, y no le hicieron caso”. El asesinato de Manzo, ocurrido el 1 de noviembre durante el Festival de las Velas, ha desencadenado múltiples manifestaciones en Uruapan y Morelia, con transportistas, empresarios y estudiantes exigiendo justicia. La Fiscalía de Michoacán ha vinculado el crimen con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), específicamente con la detención previa de René Belmonte Aguilar, ‘El Rino’, líder regional de la organización. Mientras tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció el “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia” y confirmó su apoyo a la nueva alcaldesa.