Su abogado, Pablo Campuzano, recordó que Duarte se entregó voluntariamente en 2018 y accedió a un procedimiento abreviado solicitado por la propia fiscalía. Sin embargo, la Fiscalía General de la República (FGR) se opuso a la solicitud, presentando 12 elementos en contra y destacando el perfil del exmandatario.
“No es cualquier servidor público ni un funcionario ordinario.
Fue un exgobernador que se caracterizó por ser artífice de uno de los mayores escándalos políticos y jurídicos del país”, declaró la autoridad.
Durante su intervención, Duarte, visiblemente afectado, afirmó su inocencia al borde del llanto: “Yo no he robado ni un solo centavo.
No le quiero hacer daño a nadie.
(...) a usted lo único que le pido es justicia”.
Aseguró que está listo para reinsertarse en la sociedad y que lleva casi nueve años sin ver a sus hijos. La jueza Ángela Zamorano Herrera será quien determine si los 3,125 días que Duarte ha pasado en prisión son suficientes para concederle la libertad.









