Mientras Israel agradeció a México por frustrar el ataque, tanto el gobierno mexicano como la embajada iraní negaron tener conocimiento del hecho. La controversia inició cuando un funcionario de Estados Unidos, bajo condición de anonimato, declaró a la agencia Reuters que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán conspiró para atentar contra la embajadora durante la primera mitad de 2025, pero que “el complot fue contenido y no representa una amenaza actual”. Poco después, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel emitió un comunicado agradeciendo a los servicios de seguridad mexicanos por haber desarticulado una “red terrorista dirigida por Irán”. Sin embargo, la respuesta de México fue de desconocimiento. En un comunicado conjunto, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) afirmaron que “no cuentan con reporte alguno respecto a un supuesto atentado”. Por su parte, la embajada de Irán en México calificó la acusación como “un invento mediático, una gran mentira, cuyo objetivo es dañar las relaciones amistosas e históricas entre ambos países”. La propia embajadora Kranz Neiger declaró que, si bien se enteró de la situación, para ella es una amenaza constante. “Siempre está la amenaza en el aire de que hay fuerzas como las Guardias Revolucionarias de Irán y sus proxies (...) que tratan de atentar contra diplomáticos de Israel en el mundo”, afirmó, añadiendo que es “muy desagradable saberlo”. La discrepancia entre las versiones de los cuatro países involucrados ha creado un ambiente de incertidumbre sobre la veracidad y el alcance de la supuesta amenaza.