Esta nueva detención refuerza la hipótesis de un complot y la existencia de más de un tirador, contradiciendo la versión oficial del “asesino solitario” Mario Aburto. La noticia ha generado un fuerte impacto político; el PRI, a través de su dirigente Alejandro Moreno, acusó a Morena de revivir el caso como una “caja china” para distraer de la crisis de seguridad nacional. La reapertura fáctica del caso, a más de 30 años del magnicidio, promete un nuevo capítulo judicial que podría reescribir la historia oficial del crimen que cambió el rumbo político del país.