El impuesto más alto, de 210.44%, se aplicará al azúcar líquida refinada y al azúcar invertido. La Secretaría de Economía justificó la medida al señalar un incremento “inusual” de las importaciones, que pasaron de representar menos del 1% del consumo nacional a un 4% actualmente. La dependencia aseguró que México es autosuficiente, con una producción de 4.7 millones de toneladas y un consumo de 3.9 millones en el ciclo 2024-2025. Tras el anuncio, la industria, sindicatos y uniones de azucareros avalaron la medida, planteando la necesidad de sustituir los edulcorantes químicos importados por azúcar de caña 100% mexicana. En respuesta, productores cañeros que mantenían bloqueos en la sede de la Sader y en carreteras de Veracruz y Oaxaca, pactaron una reunión con las autoridades y levantaron sus protestas.