La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) inició un paro nacional de 48 horas con movilizaciones en la Ciudad de México y varios estados, advirtiendo que boicoteará el Mundial de Fútbol de 2026 si el gobierno no atiende sus demandas. La principal exigencia del magisterio disidente es la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007 y la reforma educativa de 2019. La jornada de protesta comenzó en la madrugada del jueves en el Zócalo de la Ciudad de México, donde los maestros intentaron derribar las vallas metálicas que protegían Palacio Nacional antes de la conferencia presidencial. Elementos de seguridad los replegaron utilizando el polvo de extintores, en momentos de alta tensión.
Posteriormente, los contingentes marcharon hacia la Cámara de Diputados, donde instalaron un plantón que mantendrán por 48 horas, lo que obligó a suspender las actividades legislativas presenciales. La presidenta Claudia Sheinbaum cuestionó la movilización, afirmando que “no se entienden” estas protestas.
“¿Cómo si hay una mesa de diálogo abierta y se está trabajando en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y en otros estados, quieren utilizar la violencia para llegar a Palacio Nacional?”, declaró. Ricardo Monreal, presidente de la Jucopo en San Lázaro, llamó a la prudencia pero descartó la abrogación de la Ley del ISSSTE por inviabilidad económica. Al grito de “¡Si no hay solución, no habrá mundial!”, los docentes dejaron clara su postura de escalar las protestas, que también incluyeron la toma de casetas en Chiapas y la toma de oficinas públicas en Michoacán.
En resumenLa CNTE ha vuelto a paralizar puntos clave de la capital con un paro de 48 horas, escalando sus exigencias con la amenaza de afectar el Mundial 2026. El gobierno insiste en que el diálogo está abierto y cuestiona los métodos del magisterio, generando un clima de confrontación en torno a reformas clave.