Un doblete de Luis Gamboa, delantero del Atlas, a los minutos 47 y 58, le dio la vuelta al marcador y puso a soñar a México. La alegría fue efímera, ya que un error del guardameta Santiago López en una salida permitió que Fernando Closter empatara para Argentina al minuto 87, forzando la definición desde los once pasos. En la tanda de penales, López pasó de villano a héroe: atajó el primer cobro argentino y, con gran temple, anotó el penal decisivo que selló la victoria. La celebración fue eufórica y simbólica; los jugadores festejaron en el vestidor al ritmo de "La vecindad del Chavo", en respuesta a una burla similar de la selección argentina Sub-20 en un torneo previo. Además, como ha sido costumbre en este Mundial, el equipo japonés, que comparte hotel con México, recibió a los jugadores con aplausos y vítores, celebrando juntos el pase a octavos de final, donde el Tri se medirá a Portugal.