Las reacciones posteriores de futbolistas y analistas evidenciaron una creciente fractura a menos de un año del Mundial 2026. Desde el inicio, el público en el Estadio TSM Corona mostró su descontento, principalmente por la decisión del técnico Javier Aguirre de alinear al portero de Chivas, Raúl 'Tala' Rangel, en lugar del ídolo local, Carlos Acevedo.

Cada intervención de Rangel fue recibida con silbidos.

Al final del partido, que extendió la racha del Tri a cinco juegos sin victoria, los abucheos se generalizaron, incluyendo cánticos de "¡Fuera Vasco!". La respuesta de los jugadores no se hizo esperar.

Raúl Jiménez explotó ante los medios, declarando: "Lo que deja triste es jugar de local y que te abucheen... tal vez por eso siempre nos llevan a Estados Unidos".

A él se unió el capitán Edson Álvarez, quien irónicamente comentó "qué lindo es estar en casa" mientras se dirigía al vestidor.

Érick 'Chiquito' Sánchez también calificó la actitud de la afición como incorrecta.

En contraste, el analista David Faitelson defendió el derecho del público a manifestar su descontento, argumentando que "la tribuna tiene todo el derecho de reclamar y abuchear" y que los partidos en EE.UU. se deben a motivos económicos, no a proteger a los jugadores.

Javier Aguirre, por su parte, mantuvo una postura diplomática, afirmando que no es quién "para juzgar a la afición".

A pesar del resultado, Aguirre y Marcelo Bielsa, técnico de Uruguay, elogiaron el desempeño del joven Gilberto Mora, quien ingresó por el lesionado Hirving Lozano y fue de lo más destacado del partido.