Utilizaban empresas fachada, prestanombres, plataformas digitales y criptomonedas para ocultar el origen ilícito de los recursos. La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, calificó a Wedding como “el mayor distribuidor de cocaína en Canadá” y lo acusó de colaborar estrechamente con el Cártel de Sinaloa para traficar toneladas de droga. El FBI, que lo compara con capos como Pablo Escobar y 'El Chapo' Guzmán, presume que Wedding se esconde en México bajo la protección del cártel. Como parte de la ofensiva, el gobierno estadounidense elevó la recompensa por su captura de 10 a 15 millones de dólares e impuso sanciones financieras contra él y sus socios, entre los que se encuentra su esposa, Miryam Andrea Castillo Moreno, por su presunta participación en el lavado de dinero.