A pesar de las críticas, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, defendió el resultado, afirmando que “la ciencia prevaleció, el multilateralismo ganó”. Como una medida de consolación, la presidencia de la COP anunció que trabajará en los próximos meses para elaborar una hoja de ruta voluntaria sobre la salida de las energías fósiles para los países interesados.