El conflicto se originó a raíz de los comentarios de Kimmel sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk, donde insinuó que el responsable tenía afinidad con el movimiento MAGA. Esto provocó una reacción inmediata, impulsada por el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, quien presionó públicamente a la cadena ABC para que tomara medidas. La presión resultó en la decisión de ABC de suspender temporalmente el programa, y dos de los principales grupos de emisoras afiliadas, Sinclair y Nexstar, anunciaron que no transmitirían "Jimmy Kimmel Live!". La decisión afectó a casi el 25% de la audiencia televisiva estadounidense. Sin embargo, tras varios días de diálogo y una ola de apoyo de colegas y espectadores, ABC reincorporó el programa. El regreso de Kimmel fue un éxito rotundo en línea; su monólogo del 25 de septiembre se convirtió en el más visto en la historia de su canal de YouTube, superando los 20 millones de visualizaciones en un día. En su discurso, agradeció el apoyo de figuras inesperadas y criticó al expresidente Donald Trump por celebrar su suspensión, demostrando cómo la controversia se convirtió en un catalizador de audiencia y un símbolo de la resistencia a la censura en los medios.