Tras una espera de más de seis años, la tercera temporada del popular anime “One Punch Man” finalmente se estrenó el 12 de octubre, generando una mezcla de entusiasmo y decepción entre los fanáticos. La nueva temporada, que retoma la historia del héroe Saitama, está disponible en plataformas como Crunchyroll y Netflix, pero su primer episodio ha sido objeto de un intenso debate centrado en la calidad de su animación. La serie, basada en el webcómic de ONE y el manga ilustrado por Yusuke Murata, se sumerge en el esperado arco de la Asociación de Monstruos, donde Garou, el “Cazador de Héroes”, se une a las filas de la Asociación Kaijin, preparando el escenario para una guerra inminente. A pesar de la emoción por el regreso de la trama, muchos seguidores expresaron en redes sociales su descontento con el trabajo del estudio J.C. Staff, encargado de la animación por segunda temporada consecutiva.
Las críticas señalan que la animación se percibe “rígida, poco fluida, y con momentos en los que los personajes parecen marionetas atrapadas en su propio trazo”.
Varios medios y reseñas se hicieron eco de esta percepción, describiendo el primer capítulo como un inicio “flojo” y “decepcionante” en comparación con el dinamismo visual de la primera temporada, producida por el estudio Madhouse. La preocupación principal del fandom es que esta calidad de animación, con un uso notable de fotogramas fijos, afecte las esperadas escenas de batalla, especialmente el clímax del enfrentamiento entre Saitama y Garou, uno de los momentos más aclamados del manga. La discusión pone de relieve un problema creciente en la industria del anime: la presión de producción y la dificultad de mantener un alto estándar visual, especialmente cuando se compara con referentes actuales como “Demon Slayer” o “Jujutsu Kaisen”.
En resumenEl regreso de 'One Punch Man' con su tercera temporada ha sido un evento agridulce. Aunque la historia continúa uno de los arcos más esperados, la calidad de la animación ha sido criticada por los fanáticos, quienes temen que no esté a la altura de la aclamada primera temporada y del material original, generando un debate sobre los estándares de producción en la industria del anime.