La producción, creada por Daniel Burman, combina drama social, thriller y elementos de fantasía para explorar temas como la violencia de género, la marginalidad y la resiliencia comunitaria. En palabras de Aparicio, la serie utiliza el realismo mágico para contar estas historias “de una forma más sutil para el público”, sembrando ideas para entender la trágica realidad de las desapariciones. La música original, a cargo de Natalia Lafourcade, busca capturar el misticismo y la esencia emocional de la historia.