Las fuentes citadas aseguran que Brown presentó “páginas y páginas de acusaciones”, aunque aclaran que ninguna involucraba conducta sexual inapropiada.

Este conflicto se define legalmente como “hostigamiento laboral” o “acoso moral”, lo que podría derivar en sanciones si se comprueba el daño. A raíz de la queja, Netflix habría iniciado una investigación que se extendió por meses, y se reporta que la actriz solicitó la presencia de un representante personal en el set. A pesar de la gravedad de las acusaciones, ni los actores ni la plataforma han emitido declaraciones oficiales. Un productor ejecutivo de la serie, Shawn Levy, calificó los reportes como “tremendamente inexactos”, argumentando que el equipo y el reparto se tratan como una familia. En medio de este silencio, el reencuentro de Brown y Harbour en la premiere mundial de la serie en Los Ángeles acaparó la atención. Ambos actores posaron abrazados, rieron y conversaron animadamente, en un gesto que fue interpretado por muchos como una respuesta a los rumores y un intento de mostrar unidad. Harbour, quien en el pasado se describió como un “protector” de Brown, a quien conoce desde que ella tenía 11 años, no ha abordado el tema públicamente.