Esta decisión ha catapultado al programa de casi tres décadas de vuelta a la conversación cultural, duplicando sus índices de audiencia en los últimos cuatro meses en comparación con 2023, según Nielsen. Los creadores, Matt Stone y Trey Parker, explicaron que su giro hacia la política no fue una decisión deliberada de volverse más políticos, sino una reacción a cómo la política se ha fusionado con la cultura pop. “No es que nos volvamos políticos”, dijo Parker, “es que la política se convirtió en cultura pop”. Stone añadió que se sintieron atraídos por los “nuevos tabúes” que han surgido al hablar en contra de la administración.

El resultado es una temporada con una trama central en la que un Trump animado espera un bebé con Satanás, una referencia a la relación del diablo con Saddam Hussein en las primeras temporadas del programa. Este enfoque audaz se produce en un momento de cambios en la empresa matriz, Paramount, y de cancelaciones de otros programas de comedia críticos con el gobierno. Los creadores, conocidos por ser “delincuentes de igualdad de oportunidades” que satirizan tanto a la izquierda como a la derecha, afirmaron que su enfoque actual es simplemente una extensión de su filosofía. “Nos burlamos de cualquier extremista de cualquier tipo.

Lo hicimos durante años con la cosa woke.

Eso fue gracioso para nosotros. Y esto es gracioso para nosotros”, comentó Parker.

Aunque la Casa Blanca desestimó la relevancia del programa, el aumento de la audiencia y la atención mediática sugieren que *South Park* ha encontrado una nueva “vena de comedia” al enfrentar directamente el clima político actual.