Además, trabajó en otros proyectos icónicos de Toei como 'Digimon' y 'Saint Seiya'.

Su estilo dinámico y su enfoque en la acción elevaron la calidad visual de estas producciones, consolidándolo como una pequeña gran leyenda del estudio. Colegas como el guionista Hiroshi Yamaguchi lo recordaron por su tranquilidad y la pasión con la que hablaba de su trabajo, expresando su pesar por no poder volver a colaborar con él. La partida de Nagamine representa una pérdida significativa para la industria, pero su legado perdurará a través de las obras que dirigió y que marcaron a generaciones de fanáticos del anime.