Su ausencia obliga tanto al PSG como a la selección gala a reajustar sus esquemas ofensivos.

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El Paris Saint-Germain y la selección francesa han sufrido un duro golpe con la confirmación de la grave lesión muscular de Ousmane Dembélé. El delantero estará fuera de las canchas por un periodo prolongado, perdiéndose partidos cruciales tanto en la liga local como en la Champions League. La lesión se produjo durante el partido de eliminatorias mundialistas de Francia contra Ucrania, donde Dembélé sufrió un desgarro en los isquiotibiales del muslo derecho. Los pronósticos iniciales estiman un tiempo de baja de entre seis y ocho semanas, lo que el PSG calificó como una "lesión severa". Este contratiempo lo dejará fuera de compromisos de alto calibre, como el clásico francés contra el Olympique de Marsella y el esperado choque de Liga de Campeones frente al FC Barcelona. La situación es aún más preocupante considerando que el jugador ya había presentado problemas en el isquiotibial de la pierna izquierda en un partido reciente con su club ante el Toulouse. La recurrencia de lesiones musculares sigue siendo un factor de inquietud en la carrera del extremo francés, quien ahora deberá enfocarse en un largo proceso de recuperación.
Su ausencia obliga tanto al PSG como a la selección gala a reajustar sus esquemas ofensivos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó polémica al amenazar con retirar partidos del Mundial 2026 a ciudades gobernadas por demócratas, como Seattle y San Francisco, si las considera inseguras. Durante su mensaje desde el Despacho Oval, Trump dijo: "Si creemos que alguna ciudad puede ser siquiera un poco peligrosa para el Mundial (...) dado que se juega en tantas sedes, no lo permitiremos. Moveremos un poco las cosas. Pero espero que no sea necesario". Trump hizo especial énfasis en Seattle y San Francisco, señalando que están gobernadas por lo que llamó "lunáticos de la izquierda radical que no saben lo que se hacen". Estas declaraciones generaron preocupación entre autoridades locales y aficionados, ya que ambas ciudades tienen estadios programados para recibir partidos del torneo. El Lumen Field de Seattle, hogar de los Seattle Seahawks de la NFL, albergará seis partidos del Mundial 2026. Por su parte, el Levi's Stadium, ubicado en Santa Clara y sede de los San Francisco 49ers, también será escenario de seis encuentros. Estos recintos son parte de las 11 sedes que Estados Unidos compartirá con México y Canadá en la organización del torneo. Trump también mencionó que medidas similares podrían aplicarse para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028, lo que amplió la polémica sobre la seguridad y la gestión de eventos deportivos de gran magnitud en ciudades gobernadas por demócratas. Aunque Estados Unidos coorganiza el Mundial 2026, Trump no tiene autoridad legal para cambiar la sede de ningún partido. Sin embargo, el mandatario mantiene una relación cercana con Gianni Infantino, presidente de la FIFA, quien sí tiene la capacidad de tomar decisiones sobre los lugares donde se jugarán los encuentros. Otras ciudades estadounidenses que recibirán partidos, como Los Ángeles, Nueva York, Atlanta, Houston, Boston o Philadelphia, también están gobernadas por demócratas, lo que podría generar más tensiones si el presidente decide intervenir o presionar para modificar sedes. El sorteo de la Copa del Mundo 2026 se realizará el próximo 5 de diciembre en Washington, con la asistencia prevista de Trump. La expectativa es conocer los grupos y enfrentar posibles disputas sobre la seguridad en las ciudades seleccionadas, un tema que ha ganado relevancia tras las declaraciones del mandatario. Analistas señalan que, más allá de la retórica política, cualquier cambio de sede sería complejo y requeriría de negociaciones internacionales, ya que el Mundial es un evento con reglas estrictas de organización y planificación a largo plazo.