La reacción de Alvarado fue inmediata, cayendo al césped y permaneciendo boca abajo, lo que provocó que el árbitro detuviera las acciones para permitir el ingreso de las asistencias médicas. La gravedad de la situación fue evidente cuando el personal médico solicitó la camilla y el jugador tuvo que ser retirado en el 'carrito de las desgracias', sin poder abandonar el campo por su propio pie. Esta lesión llega en un momento crítico para Chivas, que apenas comenzaba a recuperar efectivos de su extensa lista de lesionados. La pérdida de Alvarado, una de sus principales figuras ofensivas, es un golpe anímico y deportivo, y el club queda a la espera de los estudios médicos que determinarán el grado de la lesión y el tiempo que estará fuera de las canchas.