Esta baja representa un golpe significativo para la zaga del equipo en un momento crucial de la temporada. La desafortunada jugada ocurrió durante el encuentro contra Rayados de Monterrey, cuando en una disputa por el balón, la rodilla izquierda de Espinoza sufrió un daño visible que lo obligó a abandonar el campo entre lágrimas. Los estudios médicos realizados posteriormente ratificaron el diagnóstico inicial que se temía: una lesión de ligamento cruzado anterior. Este tipo de lesión es una de las más graves para un futbolista, requiriendo intervención quirúrgica y un largo proceso de rehabilitación que, según los reportes, podría extenderse de seis a nueve meses, o incluso más, dependiendo de su evolución. Para el América, la pérdida de Espinoza es un problema considerable, ya que el joven canterano se había consolidado como titular en los últimos encuentros, mostrando un buen nivel.

Su ausencia obliga al técnico André Jardine a reconfigurar su línea defensiva y pone a prueba la profundidad de la plantilla en una zona vital del campo. El club informó que “el tiempo de recuperación será de acuerdo a su evolución”, dejando una ventana abierta pero confirmando que su participación en el Apertura 2025 ha llegado a su fin.