En declaraciones posteriores a su gran actuación contra su exequipo, donde participó en los tres goles de la victoria, el delantero fue autocrítico y reconoció sus errores del pasado.

“Cuando llegué a Toluca me puse lo más profesional que pude, bajé mucho de peso, todos los días estoy en el gimnasio, estoy cuidando mi rodilla”, confesó.

Este cambio de mentalidad y disciplina ha tenido un impacto directo en su juego.

Su talento natural, combinado con una mejor condición física, le ha permitido ser el líder que Toluca necesita. Su capacidad para asociarse con sus compañeros y su influencia en el ataque han sido fundamentales para que los Diablos Rojos se mantengan como la mejor ofensiva del torneo. Su resurgimiento no es una casualidad, sino el resultado de un trabajo consciente para superar problemas físicos y maximizar su potencial.