Nabers estaba demostrando su valía y se encaminaba hacia una temporada exitosa.

En apenas tres partidos disputados, ya había acumulado 271 yardas, una cifra que proyectaba un rendimiento destacado a lo largo del año.

Su capacidad para generar jugadas grandes era un componente vital para la ofensiva de los Giants, que ahora deberán encontrar la manera de suplir su producción. La lesión de Nabers se suma a una creciente lista de estrellas que han visto terminada su temporada de manera prematura, lo que subraya la dureza física de la competencia en la NFL. Para los Giants, perder a un receptor de su impacto directo en sus aspiraciones y los obliga a reconfigurar su plan de ataque para el resto de la temporada 2025, una tarea complicada dada la importancia que Nabers tenía en el esquema del equipo.