Conner se había consolidado como el motor del ataque de los Cardinals.

Su importancia se refleja en sus estadísticas de las últimas dos temporadas, en las que logró superar las 1,000 yardas y anotó un total de 15 touchdowns por la vía terrestre. Estos números demuestran su consistencia y su capacidad para ser un jugador determinante en la ofensiva del equipo. Su baja representa un vacío difícil de llenar y obliga a Arizona a buscar alternativas para mantener la efectividad de su juego por tierra. La lesión de Conner es otro ejemplo de cómo las bajas pueden cambiar drásticamente el panorama de un equipo en la NFL, y para los Cardinals, la pérdida de su corredor principal es un obstáculo significativo en sus planes para la campaña 2025.